A todos nos han dicho alguna vez que la respiración consta de dos fases: inspiración, que se debe de realizar por la nariz y espiración, que se realiza a través de la boca.
Pero en realidad, no hay una sola manera correcta de respirar: todo depende de las características físicas del deportista, la intensidad del ejercicio y el grado de entrenamiento.
Cuando uno es principiante, al correr, cuesta demasiado respirar por la nariz debido a que el organismo pide mucho oxígeno para mover los músculos y respirar por la nariz no le es suficiente. Por eso, empezamos a inspirar por la boca lo cual es totalmente instintivo y normal.
Es muy cierto que inhalar el aire a través de la nariz, regula la temperatura y filtra el aire antes de ingresar a los pulmones, mejor que el inspirado por la boca, ya que la nariz tiene pelitos que filtran las impurezas que hay en el aire, y los cilios, otros pelos más diminutos, empujan estas impurezas hasta la garganta donde son tragados, mientras que al respirar por la boca, muchas de estas impurezas pueden llegar a nuestros pulmones, y eso es perjudicial para nuestra salud. Sin embargo cuando los músculos están a plena carga en una carrera, sólo quieren más y más oxígeno.
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